La cirugía refractiva es el conjunto de técnicas quirúrgicas que tienen como objetivo corregir los defectos refractivos del ojo (miopía, hipermetropía, presbicia y astigmatismo) y así eliminar, o como mínimo reducir, la dependencia de las gafas y las lentes de contacto.

Podemos clasificarla en dos grandes grupos: las técnicas que utilizan el láser para modificar la curvatura de la córnea (FEMTOLASIK, PRK y SMILE) y las técnicas en las que se implanta una lente intraocular.

Es probable que seas un buen candidato o candidata a realizar una cirugía refractiva con láser si cumples los siguientes requisitos:

Mayor de 18 años.

Tu graduación es estable.

No estás embarazada ni en periodo de lactancia.

No tomes medicamentos que interfieran en una correcta cicatrización.

No padeces enfermedades oculares que contraindiquen la intervención.

No tienes otros factores de riesgo.

1.Preoperatorio: en una primera visita, evaluaremos tu graduación actual, tu estado de salud ocular y se realizará un examen para determinar los parámetros principales de tu córnea. Dependiendo de los resultados, se determinará el tipo de intervención más aconsejable en cada caso:

Cirugía con láser (FEMTOLASIK)

Cirugía con láser (PRK)

2. Cirugía: la intervención es ambulatoria, indolora, tiene una corta duración (entre 10 y 15 minutos) y se realiza con anestesia tópica, administradas previamente en forma de gotas.

3. Postoperatorio: tras la operación, la visión es borrosa pero el paciente experimentará una rápida recuperación, mejorando con el paso de las horas. Entre las primeras 24 y 48 horas se hará una visita de control para realizar un buen seguimiento del paciente.

4. Resultados: al día siguiente de la operación, la visión ya suele ser bastante buena para hacer una vida normal, aunque sigue mejorando en los días sucesivos.

¡Escuchemos él testimonió de Daniela!